Por increíbles peligros e
innumerables fatigas, me he abierto camino hasta el castillo más allá de la
ciudad de los goblins, para recuperar el niño que me has robado. Porque mi
voluntad es tan fuerte como la tuya y mi reino igual de grande… No tienes poder
sobre mí.
Este fragmento es de la película
«Dentro del laberinto» y me parece un párrafo maravilloso. En realidad, la
película me parece todo un acierto, la veía de pequeña y la sigo viendo con mis
hijas a pesar de los años que han pasado.
Rescato este fragmento para una
simple reflexión, un pedazo de mi vida que comparto con vosotros, pensamientos
de escritora que me llevan de un sitio a otro.
Hace ya un tiempo cometí un error
como escritora novata, que aún hoy sigo pagándolo. Algún día, cuando solo sea
una mera anécdota olvidada os lo contaré.
Pero este error me ha hecho quitarme
las ganas de escribir y de seguir en este mundo
al que me ha llevado la vida, y por el que lucho todos los días.
Precisamente y por casualidad ayer
llegó a mí un artículo de Gabriella Literaria. No podía venir en mejor momento.
Escritores con un largo currículum contaban su experiencia de cuando estuvieron
a punto de abandonar la escritura. Lo leí y me sentí representada con muchas de
las cosas que
ellos cuentan.
Tengo la opinión de que las cosas
malas tienen que pasar, igual que las buenas, y que de ellas siempre podemos
obtener un aprendizaje. Puede llegar antes o después, pero siempre lo hace.
Yo he decidido, que nadie tiene
poder sobre mí, no voy a darles ni lo más mínimo de mi ser para que se sientan
poderosos, porque mi reino es igual de grande y yo soy la que decido. Y decido
escribir, escribir a pesar de todo y de todos, para mí o para los demás, o como
me apetezca en ese momento, porque como me dijeron el otro día, la tinta corre
por mis venas, y sin ella, mi corazón no bombea.
Vengo de una estirpe de mujeres
fuertes, y con una capacidad de resiliencia muy grande, así que sigo aquí, con
mis altos y mis bajos, con mis errores y mis aciertos, pero aquí al fin y al
cabo, esclava de las letras que me guían por este mundo de locos.
¡Hola, María! Mi mamá escritora favorita, ahora encantadora de cuentos, y siempre, Hermana de Letras. Hace mucho tiempo que no me pasaba por tu blog, y tenía ganas de saber de ti, y me encuentro con este texto; sincero y lleno de energía. Me encanta ese párrafo, de veras, "no tienes poder sobre mí"... lo he usado tantas veces como consejo para los demás, y para mi mismo. Como también me ha encantado lo de que "la tinta corre por mis venas, y sin ella, mi corazón no bombea"... Estamos hechos de esa pasta, de la que necesita plasmar con palabras, que le vamos a hacer. Pues a continuar escribiendo, mientras nuestro corazón lo necesite.
ResponderEliminar¡Mil besis, María! ;)
¡Hola Hermano de Letras! ¡Cuánto tiempo! Y cuantas preguntas que hacerte. Ya tenía ganas de saber de ti. ¿Cómo va tu proyectillo?
EliminarEs verdad que los que estamos hechos de esta pasta no podemos parar, escribir corre por nuestras venas y es algo que no podemos evitar.
A ver cuando nos podemos tomar un café virtual y me cuentas un poco.
Un besillo Hermano de Letras.
Me parecen perfectas tu fuerza y tu decisión. Una puede cometer errores, pero no debemos dejar que nos alejen de los que realmente nos importa, sino aprende de ellos para saber lo que no debemos volver a hacer.
ResponderEliminarUn beso.
Bueno esas fuerzas van y vienen, pero es algo raro, cuando las plasmas en letras parece que vienen de nuevo.
EliminarLos humanos estamos para cometer errores, lo importante es aprender de ellos.
Un besillo.
Unas palabras que transmiten mucha fuerza. Tienes que seguir ese camino que tu como escritora tienes como cometido. La fuerza que tienes debes de utilizarla para escribir y no dejarte aminorar por nadie y me alegra que seas así de fuerte. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, como lo decía a Rosa, la fuerza va y viene. Pero es verdad que hay que sujetarla para que no se escape. Todos necesitamos tener algunos momentos de debilidad.
EliminarUn besillo.
Totalmente de acuerdo, nadie tiene poder sobre ti y escribe siempre porque es tu alimento.
ResponderEliminarMe dejas intrigada con ese error de novata, seguro que no es tan grave.
Y casi lloro al leer el inicio del texto, he visto esa peli tantas y tantas veces, y como mi marido también es muy fan mis hijos han crecido con ella, pero desde que murió Bowie no he sido capaz de volver a verla.
Besos y mucha fuerza y a escribir siempre.
Algún día contaré la historia entera, y si no lo hago públicamente, también nos podemos tomar un café de esos virtuales y ponernos al día, que tú también tienes muchas cositas que contar.
EliminarEsa peli es una de las que podemos ver en casa una y mil veces.
Un besillo.
Nunca hemos de perder el horizonte de aquello que creemos, y sobre todo nos hace felices, y nos da vida, de modo que aunque con errores, no somos nadie perfectos, y quien lo crea esta equivocado, tienes que seguir escribiendo, por ti y por que piensa que escribiendo haces felices con tus letras a mucha gente, y a lo mejor en el camino para conseguir llegar a donde tú quieres, habrán errores pero al final habrá, a pesar de eso, merecido la pena, de modo que no te rindas y a escribir, que nada te detenga. Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias. Escribir es parte de mi vida, y me hace feliz. Es verdad que a veces cometemos errores, pero lo importante es aprender de ellos.
EliminarUn besillo.
Sabias palabras María! Tanto las del párrafo escogido –como me gusta esa peli, es de mis favoritas y me marcó mucho en mis tiempos mozos e imberbes– como las que son cosecha propia, tuya, salidas de tu alma de artista nata. Añadiré que me has inspirado, incluso. Un fuertísimo abrazo! ; )
ResponderEliminarOhhh gracias. Me encanta que mis letras sean motivo de inspiración. ¿Para cuando esa novela?
EliminarUn besillo.