Y se
ríe mientras me mira con sus ojos entornados, mientras yo me arrastro por el
suelo de la cocina babeando sangre. El pollo que acababa de sacar del horno
está esparcido por el suelo y el aceite hirviendo me hace resbalar y quemarme
la palma de las manos. Me agarro a lo primero que veo, que parece ser la fuente
de cristal.
Un relato bestial donde parece que una pareja se mata a golpes y cuchilladas. Fea manera de acabar con una relación.
ResponderEliminarBesos.
Totalmente cierto. Una manera muy fea y a la vez por desgracia demasiado actual.
EliminarUn besillo.
Caramba, María, estas que te sales, jeje. Antes un arrebato sexual y ahora uno asesino. En ambos casos, sin embargo, la pasión es la protagonista.
ResponderEliminarUn beso.
Pues si, es que ya sabes o muerte o sexo. Es divertido escribir sobre ambas.
EliminarUn besillo.
¡¡Bien hecho!! Es lo más expeditivo. Con la fuente o con la sartén de hierro colado, pero fuerte y con determinación.
ResponderEliminarGracias por vengarte en nombre de todas ellas.
Un beso.
Es un placer vengarme en su nombre. Porque es verdad que necesitamos más fuentes a mano o sartenes.
EliminarUn besillo.
Has plasmado con asombrosa realidad y muy bien conseguido una realidad de muchas mujeres. un beso y felicidades. TERE.
ResponderEliminarMuchas gracias. A veces es difícil ponerse en la piel de otros, pero me alegro de que te parezca que lo he conseguido.
EliminarUn besillo.
Quizás el pollo estuviese poco hecho?,.... ;)
ResponderEliminarNunca se sabe...
EliminarMuchas veces las relaciones terminan mal, pero esta... ¡ay!
ResponderEliminarSaludos salados, María.
Muy mal. Algunas veces pasan cosas así.
EliminarUn besillo.
Uffff, si que acaba mal la cosa pero seguro que ella tiene sus motivos.
ResponderEliminarBesos.
Estando tirada en el suelo de esa manera es muy probable que tuviera sus motivos.
EliminarUn besillo.
Del amor al odio... ¡solo hay un paso! Has creado con muy pocas palabras un ambiente tenso y terrible, María. Somos espectadores de una escena que pone los pelos de punta, precisamente por lo cotidiana que resulta, ¡muy bueno el micro!
ResponderEliminarBesos de otoño.
Pues si, es demasiado cotidiana, y además de ser un poco cruel, creo que por desgracia, sigue siendo una realidad.
EliminarUn besillo.
Un buen relato donde una relación termina con el pollo en el suelo, jajjaja que sádica la sonrisa de él. Un abrazo
ResponderEliminarBueno, es que la sonrisa es mucho más uqe eso. Esta relación nunca podría acabar bien.
EliminarUn besillo.
Odio y dureza en este micro, María.
ResponderEliminarPero se tenía que defender. ¡Terrible!
Un beso.
Pues si, hay que despertar y defenderse.
EliminarUn besillo.