Huelo
el café desde mi habitación y me levanto como un resorte. Es aroma a ti. Y me
acerco a la cocina restregando en mis ojos las últimas horas de sueño o
desvelo. Estás ahí, delante de tu café con una galleta en la mano mientras
miras algo en el móvil, seguramente alguno de tus juegos.
Me
agarro a ti por detrás y te rodeo con mis brazos mientras planto un beso en tu
cabeza. Veo como abandonas la galleta y cae al café sin poder evitarlo. Cierras
los ojos y te abandonas a mi abrazo. Me besas el brazo y me das los buenos
días. Y ahí me quedo un rato a pesar de ver que tu impaciencia se vuelve
constante. Quieres volver a tu rutina.
Pero
hoy me he levantado remolona y quiero tu olor a café. Y mientras sacas las
galletas yo aprovecho para darte pequeños besos en tu espalda desnuda. La piel
se te eriza y protestas un poco. Hago caso omiso y me embarco de lleno en notar
cada milímetro de ti. Sonrío al ver tu reacción al contacto de las yemas de mis
dedos.
Una
nueva protesta y me doy cuenta de que en el juego ya no te va tan bien. Me rio,
y tu ríes conmigo.
—¿Qué
buscas?
No
contesto. Simplemente te hago girar sobre la silla y me como la última galleta
que tienes en tu mano. Beso tus labios recién despiertos y te cojo la mano para
ponértela en mi cintura. La dejas ahí, con miedo a moverla. Te cojo la otra y
la beso, con ella te alejo de tu momento de desayuno. Tus ojos y los míos se
encuentran y sonríen ante la perspectiva.
Me giro
y tu mano en mi cintura gira conmigo. Acerco mi cuerpo al tuyo, mientras despiertan
a nuestro contacto ya conocido. No nos movemos, solo disfrutamos de ese
instante efímero, que se agota nada más empezar. Beso los dedos de tu mano
mientras tú apartas mi pelo y besas mi cuello.
Andamos
como si fuéramos uno y juntos acabamos como empezamos, enredando nuestros
cuerpos entre sábanas con olor a café.
Una deliciosa preparación de desayuno. Una buena forma de empezar las jornadas rutinarias.
ResponderEliminar¡Ummmm! Qué bien huele a café recién hecho.
Besos.
Es el mejor olor de las mañanas y sobre todo si se comparte.
EliminarUn besillo.
un hermoso momento sin lugar a dudas y muy bien redactado.
ResponderEliminarMuchas gracias. Esos momentos son los que dan chispa a la vida.
EliminarUn besillo.
¡Viva el café! Ja, ja, ja. ¡Qué lindo relato! Excelente escritura.
ResponderEliminar¡Qué viva, qué viva! Muchas gracias por tus palabras.
EliminarUn besillo.
Vaya lo que hace un café por la mañana, no solo su olor si no otras cosas jeje. Así da gusto compartir café jeje todas las mañanas, jeje.
ResponderEliminarBromas aparte me ha gustado mucho, muy imaginativo. Felicidades. besos. TERE.
Ese olor tan característico te induce a felicidad.
EliminarUn besillo.
Precioso momento. Muy tierno, y yo, que soy muy mal pensada, creía que iba a encontrar algo malo en el móvil que él consultaba. Y resulta que era un inocente relato de cariño, amor y sexo.
ResponderEliminarUn beso.
Pues no todo tiene que ser malo. Mejor los móviles dejarlos tranquilos. Cada uno con el suyo.
EliminarMejor el cariño, el amor y el sexo.
Un besillo.
¡Qué tierno y romántico, María! Parece que el olor a café despierta algo más que las ganas de empezar el día en tu prota :)) Me ha encantado, tus letras desprenden calidez a raudales.
ResponderEliminar¡Un besillo de lunes!
Pues si, el café se ha vuelto juguetón, y ahí que aprovechar esos pequeños momentos.
EliminarUn besillo.
Jajaja, ¿pero hoy el café te toca a ti o a mi?, ¿Quien lo hizo ayer?...Muy chulo el relato, me encanta el olor a café recién hecho...
ResponderEliminarEs que es uno de los mejores olores. Y por supuesto el café hoy te toca a ti.
EliminarUn besillo.
Qué bonito María.
ResponderEliminarAmor y compartir (pero en letras cursivas) desayuno está maravillosamente bien, ;)
Un beso.
Es lo mejor. A veces un desayuno compartido te hace despertar con energía.
EliminarUn besillo.
Así da gusto despertarse!! María me ha encantado como describes cada aroma y cada momento "café". Cada palabra nos lleva a la escena de maravilla, enhorabuena.
ResponderEliminarUn gran abrazo amiga.
Muchas gracias. Este tipo de relatos me cuesta hacerlos, nunca sé si me quedo corta o demasiado lejos, pero ya veo que os ha gustado el momento "café".
EliminarUn besillo.
Que bueno María, me ha encantado la forma mágica con la que relatas la rutina. A mi también me encanta el aroma a café por la mañana, jeje, aunque más me gustaría si tuviera una compañera como tu protagonista. Un fuerte abrazo! ; )
ResponderEliminarEs que el aroma despierta muchos momentos, y el de café es especial para despertar los sentidos.
EliminarUn besillo.