Todas
las grandes historias de amor surgen en algún lugar corriente en una hora
normal, no es al atardecer en una playa, ni en un bosque mágico rodeado de
hadas, ni bajo una tormenta. No es a la luz de mil velas, ni con un cruce de
miradas que te lleva a la eternidad.
Las
grandes historias de amor empiezan con una conversación entre amigos rodeados
de gente, en una borrachera bailando como locos, en una discusión por cualquier
cosa. Comienzan sin darte cuenta, poco a poco, como si estuvieras predestinado
a ello, como si el Universo te llevara de la mano sin darte cuenta. Día a día,
con pequeños momentos que se van sumando. Y entonces te encuentras volviendo a
casa con esa sonrisa estúpida que no se te borra de la cara. O viendo comedias
románticas encontrándote en cada momento e imaginándote con esa persona en la
que no paras de pensar.
Las
grandes historias de amor no tienen dramas enormes ni enrevesados al estilo «Lo
que el viento se llevó». Las grandes historias de amor tienen peleas, algunas
grandes a gritos, otras solo con murmullos. Algunas con una gran reconciliación
entre sábanas, y otras con un beso rápido y unas cervezas en el bar de la
esquina.
El sexo
en las grandes historias de amor no es perfecto. No es con sábanas de satén
perfectas con la luz de la luna entrando por la ventana. No te descubre la
madrugada después de siete horas con sexo continuo. El sexo de los grandes
amores es torpe al principio, es una búsqueda constante de los gustos del otro,
son sorpresas cuando ya no esperabas que las hubiera. Son momentos rápidos y
otros no tantos, son risas mezcladas con el sabor de los besos.
Las
grandes historias de amor si acaban. Algunas llegan hasta el final de los días,
y otras no duran más allá de lo que el amor les dejó conocerse. Aun así, todas
son perfectas, con sus trabas, sus errores y sus pequeñas manías.
Las
grandes historias de amor surgen sin darte cuentas, quizás estés viviendo ahora
alguna y no lo sepas. Yo de ti me miraría, y miraría a la persona que está a tu
lado y sonreiría. Vive, disfruta y ama, tu gran historia de amor es esta.
Las grandes historias de amor no llegan al celuloide, pasan desapercibidas por la gente de nos rodea, solo la conocemos y disfrutamos nosotros, sus protagonistas.
ResponderEliminarUn beso.
Que somos llos que las tenemos que disfrutar. Es verdad que pasan sin ser vista, ajenas a todo y a todos, excepto para sus protagonistas.
EliminarUn besillo.
Dice una amiga mía que el amor es privilegio de unos pocos. Yo pensaba de chica que el amor era para todos, que todos teníamos nuestra historia de amor particular esperando en algún lugar. Luego me di cuenta de que muchas historias de matrimonio o pareja, son solo eso: historias de pareja o matrimonio, no de amor. Y puede que ellos no lo sepan. Claro que, como dices, algunas historias de amor también pueden pasar inadvertidas.
ResponderEliminarMuy acertada tu reflexión.
Un beso.
Pues yo soy de las que piensan que siempre hay grandes historias de amor, aunque duren un día, aunque duren meses, y años. Porque el amor siempre está ahí, aunque no podamos verlos. Hay veces que se acaba y que no parece que haya existido nunca, pero si lo ha hecho.
EliminarSoy una romántica sin remedio.
Un besillo.
Gracias por emocionarnos y es que así son las historias de amor, y viva la vida porque existe el amor. un beso. TERE.
ResponderEliminar¡Viva la vida! Es genial teer amor, de cualquier tipo. Sin él la vida sería mucho más triste.
EliminarUn besillo.
Me ha encatnado tu reflexión María, mi mas sincera enhorabuena. Has conseguido traspasar el monitor para llegar al sentido de la vista, y a su vez, una vez franqueado ese cruce, penetrar en la mente hasta la patata, jeje. Totalmente de acuerdo contigo, mi encantadora favorita! Un fuerte abrazo! ; )
ResponderEliminarYa veo que has sucumbidos a los encantos de la Encantadora, jejeje. Me alegro de haberte llegado. Creo que es el mejor piroo que se le puede dar a un escritor.
EliminarUn besillo.
Qué entrada más preciosa María, :)
ResponderEliminarAsí es, las grandes historias son sencillas y dentro de esa simplicidad hay un mundo pleno. Donde el amor rompe con todos los estereotipos creados o esperados. Ese escenario es mucho mejor, porque es real, eterno e inquebrantable.
Muchos besos.
La verdad es que si. Esos amores son los más bonitos, a pesar de no tener grandes escnas de películas.
EliminarUn besillo.