El bar
estaba lleno, la música sonaba fuerte, la gente bailaba y bebía. Y a pesar de
todo eso, ellos no apartaban la mirada. Ella con sus amigas, se reía y bailaba
solo para él. Movía las caderas al ritmo de una bachata cualquiera, mientras
sus ojos no se apartaban a pesar de la distancia.
Él con
sus amigos, bebía, y la miraba con el codo apoyado en la barra. No era la
primera noche que sus miradas se cruzaban, pero hoy no la dejaría escapar.
Se
acercó a ella sin dejar de mirarla, sus cuerpos se juntaron al son de aquella
música. Cuando acabó la canción, él la sacó del local y la llevó a un callejón
cercano. Sin mediar palabra, desataron su pasión.
A la
mañana siguiente la policía rodeaba el escenario del crimen. Otro hombre muerto
sin ningún rasguño. La autopsia diría que había sido un infarto. Algo normal si
no fuera porque ya era el noveno muerto en las mismas circunstancias.
Lo de esta chica es una atracción fatal en toda regla. Me gusta el cambio de papeles habituales y que sea ella la asesina. Qué le voy a hacer si me gustan las chicas malas :P
ResponderEliminarMuy bueno, María. Apuesto a que seguirán apareciendo cuerpos en callejones...
¡Un besillo de martes!
Es que las chicas malas molan un montón. Y es que me encanta crear asesinas, más que asesinos. Ellos ya están muy vistos.
EliminarUn besillo.
¿Qué le ha hecho? :O
ResponderEliminarMe ha recordado a la canción de Loquillo, (mujer fatal, siempre con problemas)...
¡Muy bueno María!
Besos.
Me encanta Loquillo, y esa canción es muy chula.
EliminarPues algo bueno no le ha hecho...
Un besillo.
Pues algo le habrá hecho, quiero creerlo, para que acabe muerto así. Y los otros ocho antes que él también deben haberle hecho la misma cosa a la niña mala esa jaja
ResponderEliminarSaludos y saludes.
Jajajaja si que es una niña mala. A lo mejor no le han hecho nada. Simplemente es así de mala.
EliminarUn besillo.