La luz
del techo se apagó, levanté la mirada del móvil para ver qué pasaba y te vi.
Allí estabas, apoyada en el marco de la puerta. La luz de las farolas de la
calle me dejaba ver tu sonrisa. Llevabas el móvil en la mano, le diste a un
botón y una canción sugerente sonó en la habitación.
Empezaste
a andar y fue por el replicar de tus pasos que me di cuenta de que llevabas
tacones negros. Miré a tus pies y seguí el camino por tus piernas cubiertas de
seda negra. Un liguero apenas visible por el corto camisón que llevabas, sujetaba
las medias. Mis ojos subieron por tu cuerpo, hasta llegar a tu boca roja.
Ahora
mi vista se había acostumbrado a esa tenue luz y te veía con toda claridad.
Dejé mi teléfono en alguna parte y me dispuse a disfrutar. Tú estabas frente a
mí, quieta aún, pero tus caderas empezaban a moverse de forma casi
imperceptible. Diste una vuelta despacio, para que pudiera saborear cada una de
tus curvas. Y volviste a clavar tus ojos en los míos.
Tu
cuerpo empezó a moverse al ritmo de la música, pero no dejabas de mirarme. Yo estaba
hipnotizado por tus movimientos, y mis ojos recorrían cada parte de ti sin
saber exactamente dónde detenerme. Quería levantarme para bailar contigo, pero
cuando fui a hacerlo te paraste en seco. Con un gesto de tu dedo me dijiste que
no, y yo impaciente aguardé un poco más absorbido por el espectáculo que tenía
frente a mí.
Una voz
lejana rompió el hechizo.
—
¡Mamá! ¡Tengo miedo!
— Ahora
vuelvo, espérame en la cama. — Los tacones se alejaron por el pasillo, mientras
yo me iba quitando la ropa de camino al paraíso. Esperé,
esperé, esperé…
—
¿Estás dormido?
— Ummm,
no, no, que va.
Niños... jajaja ;)
ResponderEliminarBesillo, guapísima!!!
Si, ellos son la sal de la vida, jejejeje.
EliminarUn besillo.
Jajaja, es que con hijos a veces el encanto se rompe.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Besos.
Si, aunque se puede recuperar. Los padres somos expertos en eso. Un besillo.
Eliminarcontra la pasión la inoportunidad de los niños.
ResponderEliminarBesos
Si, ellos no entienden de momentos ni de romanticismos.
EliminarUn besillo.
Qué ricos los niños!! Muy bueno, María. Insinuante como el liguero y los zapatos negros de tacón increíble.
ResponderEliminarUn beso.
A veces hay que ponerle un poco de pimienta a la vida.
EliminarUn besillo.
Una insinuación muy excitante para pasar un momento muy intimo. La intimidad se fue al aparecer los niños. Muy bueno. Un abrazo
ResponderEliminarPero como digo, se puede recuperar. Los niños solo ueden aplazar lo inevitable.
EliminarUn besillo.
Ja, ja, ja... Qué sensual.... Tremendo. Y luego, un jarro de agua fría (involuntario, claro) Qué situación más cotidiana, ¿verdad? A veces, buscar el momento no es naaaada fácil
ResponderEliminarEstupendo relato, María. Sensual y divertido
Besos
A pesar de ser difícil, hay que buscarlo, que sino nunca lo encuentras. Y son tan necesarios como respirar, jejeje.
EliminarUn besillo.
Ainssss vaya corte! Es como si de repente me hubieran apagado la tele en lo mejor de la película jajajjaa. Muy bueno, María, una situación que a buen seguro han vivido muchos padres. Los hijos no esperan ni entienden de la pasión de sus papis :))
ResponderEliminar¡Un beso grande y gracias por las risas!
Pues no, ellos no entienden. Solo quieren estar con ellos, que son lo más importante en sus vidas. Pero bueno, todo es tener paciencia.
EliminarUn besillo.
Menos mal que la interrupción no dio al traste con la pasión y el deseo. Interrupciones así todos los padres y madres hemos tenido, pero no recuerdo haber sufrido ninguna después de unos preliminares tan eróticos, jajaja.
ResponderEliminarMe gusta mucho tu facilidad por ponerte en el papel de un hombre. No es la primera vez que tu protagonista es del sexo masculino. Puedo estar equivocado, pero diría que lo habitual es que los hombres elijan a un protagonista masculino y las mujeres a uno femenino. Escribir sobre el sexo contrario es un buen ejercicio.
Un beso.
Me encanta ponerme en la piel del otro. Escribir sobre lo que siente la persona de tu mismo sexo es un reto más fácil. Escribir sobre lo que piensa y siente el sexo contrario es más complicado.
EliminarTenemos que retarnos continuamente para ensayar y mejorar.
Un besillo.
Jajajaja, que bueno María! El relato me ha encantado y me he reído mucho con el final. Menos mal que la pasión sigue en el aire, jaja. Un abrazo! ; )
ResponderEliminarPues si, a pesar de todo, la pasíon sigue, y es que los padres tenemos que buscar cualquier pequeño momento.
EliminarUn besillo.