Otra
vez lo tiene sentado enfrente. Ella hace como que lee el libro, sin pasar una
sola hoja en el rato que dura el trayecto en metro. Él finge que lee el
periódico pasando las páginas demasiado rápido. Ella no lo mira en ningún
momento, él la observa por encima del papel gris.
Cortito y muy insinuante. Cada vez me gustan más tus relatos, cortos o largos.
ResponderEliminarUn beso.
Muchas gracias. Pues me alegro de fidelizar tu interés, jejeje.
EliminarUn besillo.
Un duelo de miradas e intenciones entre tus protagonistas, ¡muy bueno, María! Espero que alguna vez lleguen al final de la partida y que ambos ganen :)
ResponderEliminar¡Un beso de viernes!
Seguro que si, eso tiene buen final seguro, jejeje.
EliminarUn besillo.
Aish! Intrigada me has dejado con ese mañana... ;)
ResponderEliminarMuy bueno, María
Besillos para el finde!
Pues nada, a imaginar, seguro que se te ocurre un gran final.
EliminarUn besillo.
El metro, qué buen lugar para flirtear. Y es lo único bueno que tiene, porque no siempre es rápido y no siempre es cómodo. No queda más que recrear la vista un rato, para pasar el rato.
ResponderEliminarMás saludos!
Pues supongo que si, en mi ciudad no hay, así que solo puedo imaginármelo.
EliminarUn besillo.
Conozco bastante el metro, me muevo mucho en él, y me gustan las historias del metro... Es un mundo dentro de otro y tú lo has visto y descrito muy bien. Encuentros es la palabra justa. Hay veces que, de ver a alguien todos los dias, exactamente en el mismo sitio, aún sin haber cruzado una sola palabra, cuando un dia dejas de verlos, hasta les echas de menos
ResponderEliminarbesos enormes
Me encanta lo que cuentas. No deja de ser algo mágico. En mi ciudad no hay, así que yo solo lo puedo imaginar.
EliminarUn besillo.