Poco
antes de que los domingos fueran amargos siempre los endulzábamos con
chocolate. Nos servíamos unas tazas calentitas de chocolate caliente y los tres
nos metíamos en la cama a bebérnoslos mientras veíamos los dibujos.
Ahora
que ellas no están, el chocolate ya no es dulce, se ha convertido en un amargo
café en la mesa de la cocina mientras me pregunto dónde habrán ido esas mañanas
de domingo.
P.D. Amiga he subido el enlace de Bitacoras a mi facebook y pedido a mis amistades que te voten, espero que surja efecto y entre todos te ayudemos a recuperar los primeros puestos.¡Suerte!
Ya casi es tiempo de chocolate calentito, María Campra, así que el micro no es sólo de Martes, también es otoñal, época maravillosa para el recogimiento y la escritura.
Pues no es lo que pretendía, pero leyéndolo otra vez puede parecerlo perfectamente. Me encanta que mis relatos tengan varias interpretaciones. Un besillo.
Qué triste tu micro, María. Lo uno a la novela que he reseñado hoy y me lleno de esos recuerdos felices que tanto duelen cuando solo son ya recuerdos. Un beso.
Muy buen relato Maria. Un abrazo
ResponderEliminarP.D. Amiga he subido el enlace de Bitacoras a mi facebook y pedido a mis amistades que te voten, espero que surja efecto y entre todos te ayudemos a recuperar los primeros puestos.¡Suerte!
Muchas gracias guapa. La verdad es que he bajado tres puestos, espero subir para la siguiente clasificación.
EliminarUn besillo.
Ya casi es tiempo de chocolate calentito, María Campra, así que el micro no es sólo de Martes, también es otoñal, época maravillosa para el recogimiento y la escritura.
ResponderEliminarUn saludo.
Pues si, el otoño tiene algo mágico para escribir.
EliminarMuchas gracias por pasarte.
Un abrazo.
Pintas en pocas palabras toda una escena significativa, sobre todo para mujeres, María: el síndrome del nido vacío. Muy buen trabajo!
ResponderEliminarUn beso.
Fer
Pues no es lo que pretendía, pero leyéndolo otra vez puede parecerlo perfectamente.
EliminarMe encanta que mis relatos tengan varias interpretaciones.
Un besillo.
Qué triste tu micro, María. Lo uno a la novela que he reseñado hoy y me lleno de esos recuerdos felices que tanto duelen cuando solo son ya recuerdos.
ResponderEliminarUn beso.
La nostalgia, eso que nos llevamos en nuestros recuerdos.
EliminarUn besillo.
Esas mañanas de domingo no se han ido del todo: persisten en la literatura.
ResponderEliminarMás saludos, María!
Eso si es verdad. Aún quedan.
EliminarUn besillo.
Muy bueno María! Me ha encantado, conciso y expresivo al 100% ; )
ResponderEliminarMuchas gracias. Se trata de un micro, debe de ser así.
EliminarUn besillo.