Querida
Seño:
Hoy
acaba el curso. Mi hija sale hoy de clase con su coleta medio destrozada y su
sonrisa entre lágrimas en la cara. Hoy acaba una nueva etapa. Infantil se queda
atrás y se enfrentan al nuevo mundo que se les avecina: el mundo de mayores, el
de primaria.
Hoy
hemos dejado el cole entre fiestas, entre lágrimas de emoción, risas de
alegría, regalos bien escogidos y canciones y poesías.
Hoy nos
recordamos que nuestros niños crecen, demasiado deprisa, más de lo que nosotros
quisiéramos. Los vemos ahí delante de nosotros cantándonos esa canción que tú,
su seño les has enseñado con toda la paciencia del mundo.
Esta ha
sido una etapa dura, contigo ha empezado a vivir la vida de cole, a saber que
hay que tener rutinas, que hay que sentarse a hacer sus primeras tareas. Pero
me llamaran loca, pero el contenido de esas materias que ha aprendido gracias a
ti, no es lo que más me gusta de estos tres años.
Lo que
más me ha gustado que mi hija aprenda contigo, ha sido que le has enseñado a
soñar, a volar tan alto como sus alas le han permitido. Le has ido añadiendo
plumas año tras año, con la constancia y el ánimo del día a día.
Le has
enseñado a coger una armadura y luchar por sus ideas, respetando a los demás con
cada paso que daba. Les has dado todas las herramientas posibles para
distinguir el amor, la amistad, la justicia, la tolerancia,… pero también el
desamor y las injusticias.
Contigo
ha bailado, ha cantado, ha reído, ha llorado, ha saltado, ha hablado, te ha
contado confidencias que solo tú conoces. Porque además de su seño, has sido su
amiga, has sabido entenderla como nadie.
Tú te
llevas una parte de ella que solo será tuya, y te agradezco en lo más profundo
de mi corazón que así sea, porque seguirás siendo parte de su vida incluso
cuando sea mayor. Seños como tú son difíciles de olvidar, y estoy segura de que
cuando ella hable a sus hijos de sus seños, te recordará con un cariño muy
especial.
No
tengo palabras, se me pierden en el diccionario para expresar lo agradecida que
estoy de que hayas formado parte de nuestras vidas, de que hayas llenado tanto
el corazón de mi hija. Gracias por toda tu dedicación, por tus tardes pensando
en ella, por tus momentos de manualidades extras, por tus quebraderos de cabeza
que seguramente te habrás llevado a casa en alguna ocasión. Gracias por ser una
gran persona y hacer tu trabajo digno de admiración, gracias por ser un gran
ejemplo para mi hija.
Sé que
muchos niños vendrán, y otros han pasado por tu vida hasta ahora, pero también
sé que les guardas a cada uno de ellos un espacio en tu corazón, porque las
seños estáis hechas de un material especial, vuestro corazón es capaz de
albergar un trocito de cada uno de esos pequeños que pasan por vuestras manos.
Me
quedan muchas cosas que decirte, pero no tendría espacio suficiente ni con todo
el papel del mundo. Así que me despido de ti, sabiendo que seguirás haciendo
feliz a miles de niños. Y sabiendo que volveremos a vernos por los rincones del
colegio, tú moldeando niños, yo viendo crecer a la mía.
Hasta siempre seño.
No he podido leerlo sin que se me salten las lágrimas. Esto que has escrito, María, es muy bonito! Y seguro, que si su seño lo ha leido, le habrá conmovido. Estoy segura que tu pequeña tendrá un lugar en su corazón, sin dudarlo.
ResponderEliminarMuchas gracias Pilar, viniendo de ti es un gran piropo. La verdad es que sé que su seño tiene un pedacito de ella en su corazón, pero no es la única. Sé que todas las seños de infantil os habéis volcado tanto en vuestras clases como en los demás niños, y por eso os doy las gracias por todo ese gran esfuerzo que hacéis con vuestros niños. Gracias de corazón.
EliminarUn beso grande.
¡Qué bonitooo! Lástima que no todas las seños tengan la suerte de tener en sus clases a la hija de una Mamá escritora
ResponderEliminarBesos
Eso es verdad, pero estoy segura de que se los agradecen igual, porque el trabajo que hacen con nuestros niños es extraordinario.
EliminarUn besillo.