Las
mañanas, si no llueve las dedico a estar en casa. La ordeno, la limpio, y alejo
el polvo de mis muebles. La gente me dice que se puede comer en el suelo, pero
a mí siempre me parece que está sucia.
Los días de lluvia son solo para mí, esos son los únicos del año que le dedico a mi playa. El único momento que mis pies pisan esa arena húmeda que se mete entre mis dedos, mientras noto las gotas dulces como caen por mi cuerpo, y me engulle el agua salada que purifica mi alma.
Los días de lluvia son solo para mí, esos son los únicos del año que le dedico a mi playa. El único momento que mis pies pisan esa arena húmeda que se mete entre mis dedos, mientras noto las gotas dulces como caen por mi cuerpo, y me engulle el agua salada que purifica mi alma.
Los días de lluvia te gustan para pasear por la playa y sin embargo a mi me gustan para escribir en casa tranquilamente. Aquí hay muchos más días de lluvia que en Almeria por eso será que te gusta pasear por la playa con los pies húmedos, para saborear mas que te caiga el agua y te moje. Un abrazo
ResponderEliminarLa verdad es que en verano es difícil que llueva, no lo hace en invierno, pues imaginate en verano, pero esa sensación húmeda bajo los pies de lluvia dulce es estupenda.
EliminarUn besillo.
Qué chulo te ha quedado ese contraste entre agua dulce y agua salada, ¡genial, María!
ResponderEliminarUn beso
Muchas gracias, la verdad es que es una delicia.
EliminarUn besillo
Deberías mudarte a un lugar donde la lluvia haga acto de presencia muy a menudo. Quizá Galicia o la costa cantábrica. Me parece mucho más sano, para el cuerpo y el alma, dejarte acariciar la cara por las gotas de lluvia y los pies por la arena húmeda que pasarte el día limpiando lo que ya está limpio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Uyyyy no creo que pudiera vivir allí, me encanta el sol de Almería. Aunque no te digo que me encantaría ir a visitarla. Es un viaje pendiente.
EliminarUn besillo.
Pues cuando quieras y si venis os puedo hacer de guia, Un abrazo
Eliminar¡Madre mía! con lo poco que llueve por esos lares donde te encuentras, tienes que tener la casa como los chorros del oro.
ResponderEliminarComo siempre tus relatos cuajados de sentimientos sentidos, que para eso son sentimientos.
Besos
Jajajaja, que lo que escribo no tiene porque ser autobiográfico. Si fuera así, limpiaría sobre limpio, jejeje.
EliminarUn besillo.
Lo bueno de limpiar sobre limpio es que en nada está todo listo y te queda mucho tiempo para ti.
ResponderEliminarEsos días de lluvia son, que para limpiar siempre hay tiempo ;)
ResponderEliminarUna imágenes muy bonitas, María, me ha gustado mucho.
¡Un beso!
Es que a la playa sólo se puede ir en invierno o cuando llueve, si no, está llena de gente y no hay quien aguante. Tienes que pasear saltando toallas y esquivar los balones de los niños. Tu personaje en cambio pasea tranquila y solitaria por una playa silenciosa. Lo que a mí me gusta.
ResponderEliminarUn relato muy hermoso en la forma y original en el contenido.
Un beso.
Pues yo me paso el verano justamente asi. Jajaja. Pero es que la gente tiene la manía de invadir tu espacio personal y pegarse a tu toalla. Jijiji.
EliminarUn besillo.
En la lluvia todo es sobre amor y reflexión. ¿Será eso a lo que otros llaman Dios?
ResponderEliminarMás saludos, María.
Pues no lo sé, pero es verdad que la lluvia tiene algo de magia.
EliminarUn besillo.
Me gusta eso de “alejar el polvo de los muebles”, je, je. Te pasas la vida sacudiendo el polvo al aire para que, en cuantito que te das la vuelta, vuelva a posarse testarudamente sobre los muebles. En cuanto a la lluvia, a mí me encanta, y eso que soy del norte y la conozco de toda la vida. También conozco esa sensación de la lluvia en la playa, aunque yo, en ese caso, prefiero pasar el chaparrón bajo el techo del chiringuito, jua, juaaa. Me ha gustado tu micro María. Me parece de los más sugerente, y muy bien escrito
ResponderEliminarBesos
Eso del chiringuito a mí también me gusta, jejeje.
EliminarUnos días en la arena, y otros bajo techo.
Un besillo.