Como si
de una plaga venenosa se tratara paso por su lado intentando no tocarlos. Miro
hacia abajo para no mantener ningún contacto visual. Toda precaución es poca,
pues aprovechan cualquier descuido para volver a la acción.
Estoy
harto de escuchar esas palabras como dardos envenenados que pasan cerca de mis
oídos, solo tengo que pasar desapercibido para que ninguna me pille de lleno.
No necesito ser convencido, ya lo estoy. Menos mal que pronto dan las
vacaciones y todos partirán de aquí, menos mal que ya se acerca el día para
votar, y se olvidarán de nosotros, de los trabajadores que los llevaran al
cielo.
Pues me ha encantado, a pesar de que esos dos párrafos han sido suficientes para saber lo que expresabas me he quedado con ganas de leer más. Buen trabajo.
ResponderEliminarMuchas gracias. Si te dejo con ganas de más es algo bueno.
EliminarUn besillo.
Un relato que pasará desapercibido para el concurso pero no para los que te leemos. Muy bueno Maria. Un abrazo
ResponderEliminarBueno ya lo del concurso es lo de menos, porque en realidad lo hago ya por un reto nuevo.
EliminarUn besillo.
Tan cierto como la vida misma. Somos meros votos que serán olvidados en cuanto ellos gocen de las mieles del poder.
ResponderEliminarEstupendo micro.
Sip, no hay mucho que decir más sobre eso, porque es real como la vida misma.
EliminarUn besillo.
Este texto puede servir como panfleto.
ResponderEliminarMás saludos, María.
Pues a planfetear, jejejeje.
EliminarUn besillo.
Menos mal que estás hablando de un mundo ficticio donde los políticos únicamente utilizan a la masa trabajadora para conseguir sus votos, para llegar al poder y luego olvidarlos como si nunca hubiesen existido pues lo único que importa es llenarse los bolsillos, o llenar los bolsillos de los amiguetes… Menos mal
ResponderEliminarBesos
Pues si, menos mal, porque si fuera realidad daría auténtico terror.
EliminarUn besillo.