Esta es
la historia de un principio sin final. Es la historia del momento justo, de la
edad determinada, de la unión, de un beso.
Esta es
la historia de un pasodoble, de manos entrelazadas, de una mano en la cintura.
Es la historia de una botella de fino, de cogerse la mano a escondidas en la
parte de atrás de un coche. Es la historia de unos ojos azules que la atraparon
como nunca pensó que ese color lo haría.
Es la historia
de dos adolescentes, de una tarde de juegos entre amigos, de una prueba de un
cinturón y un agujero más. De una ensalada hecha a cuatro manos, para otras
bocas. De la excusa de tirar la basura y un ratito más en el portal. Una
conversación sin miradas por vergüenza, una declaración de intenciones.
Es la
historia de una mirada y un beso de despedida que fue el comienzo de todo. De
ilusiones renovadas en dos corazones partidos.
Es el
comienzo de algo cuando menos se esperaba, cuando el momento no acompañaba. Es
una tarde de café en un sitio nuevo, es un banco en un parque y besos aún
desconocidos. Son miradas al aire por no tener el valor de enfrentarse a ese
cielo azul. Es la promesa de una canción.
Es la
primera noche sin dormir en una playa, con susurros al oído, con canciones de
guitarra, con el primer amanecer descubriendo dos cuerpos enredados en la
arena.
Es una
historia inesperada, pero lógica. Una historia que nace y crece con
naturalidad, como si hubiera tenido que ser así desde siempre. Como si aquel
fuera su destino, estaba hecha para formarse.
Es una
historia de sonrisas, de bailes, de rosas inesperadas, de amor, de pasión, de
amigos, de confidencias, de descubrimientos, de momentos nuevos. De vivir, de
crecer, de cambiar juntos.
Es una
historia de un principio sin final. De dos adolescentes que crecieron juntos,
que maduraron con su amor. De dos adultos que se han amado y se amaran de todas
las maneras posibles, porque es su destino, es su historia sin final.
Maravillosa declaración de intenciones de una historia de amor fraguada con un principio indefinido y con un final indefinible.Me cautivas.
ResponderEliminarBesos
Me alegra cautivarte. Jijiji.
EliminarEl amor, esta mañana me levanté romántica, no puedo evitarlo.
Un besillo.
Es una historia hermosísima, como la que todos queremos vivir. Que siga así, con una pasado feliz y una presente que promete mucha más felicidad. Que no llegue nunca el final.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Un abrazo.
Pues si, que continúe, es una historia sin final, así que...
EliminarMe algra que te haya encantado.
Un besillo.
Es precioso María, me ha encantado. Que suerte los que han crecido acunados por ese amor, y que no se termine nunca, jamás. ; )
ResponderEliminarYa lo dice el título, una historia sin final, jejejeje.
EliminarUn besillo.
Precioso, yo brindo contigo por la eternidad. Has sido un rayo de sol está tarde. Gracias!
ResponderEliminar¡Qué cosas más bonitas me dices! Me vas a poner colorá.
EliminarYo brindo contigo por esa eternidad.
Un besillo.
Hola!!!!! Me he sentido muy identificada y me ha encantado de principio a fin, buena a no fin porque es una historia sin final,jejeje.
ResponderEliminarBesos.
Pues me alegro, esa es una buena señal para ti.
EliminarUn besillo enorme.
Qué bonito, María, es una historia que ojalá no tenga final ni en la mente ni en el corazón. Un comienzo mágico, sin duda... ¡precioso!.
ResponderEliminarBesitos de sábado :))
Muchas gracias. Me alegro que te haya gustado. Un comienzo mágico, pero todo los son ¿no?
EliminarUn besillo.
Cuantos recuerdos evocas en este relato con ese tono tan personal. Muchas gracias por compartirlos
ResponderEliminarBesos
Si, unos pocos, de los muchos que son. Pero tenía ganas, me levanté con el modo romántico en marcha.
EliminarUn besillo.
Preciosísimo María, es tan bonito!
ResponderEliminarEl primer amor y todos sus maravillosos recuerdos, serán los que en parte nos alimenten en un futuro. Aprender a sentir, amar, un despertar.
Me ha encantado, mucho!
Besitos, :)
Pues si, y es que los primeros amores no se olvida, siempre están ahí.
EliminarUn besillo.