El
disco sonaba de nuevo como cada vez que esa puerta se abría en la oscuridad. Mi
corazón empezaba a galopar mientras oía sus palabras como martillos golpeándome
la frente.
- ¿Dónde está mi pequeña aspirante a conseguir mi corazón?
Cada quince días tenía que soportar todo aquello, y por mucho que yo le explicaba a mi madre entre lágrimas y súplicas, ella y su abogada me hablaban de esa zarandaja de la actuación procesal.
Pues ya estaba harta, iba a conseguir mi independencia aquella misma noche. El cuchillo que acariciaba debajo de mi almohada me daría la libertad que tanto ansiaba.
María, hoy me has dejado sin palabras. Un pequeño relato, con mucha, mucha fuerza. Un besito!
ResponderEliminarPues fijate que me alegro con eso de dejarte sin palabras. Gracias por tus no palabras, jejeje.
EliminarUn besillo.
Me ha encantado María, con pocas frases transmites mucho. Es un relato que tiene fuerza, y tocas un tema diferente a lo que sueles hacer. Enhorabuena! ; )
ResponderEliminarUmmm últimamente me voy siempre para el mismo lado. Algo me quiere decir mi subconsciente... Jijiji
EliminarUn besillo.
Ufff Maria que duro, quien estaba amenazando y de quien se quería librar. Un buen micro. Un abrazo
ResponderEliminarUna situación muy difícil que por desgracia viven muchos niños y niñas en el mundo.
EliminarUn besillo.
Qué duro y que desesperadas llegan a sentirse algunas personas.
ResponderEliminarUn besín.
Cuando las situaciones llegan al límite, y los niños son indefensos, no tienen armas aún para defenderse.
EliminarUn besillo.
Hay madres que son como una venganza del destino. Cuánta dureza en tan pocas palabras.
ResponderEliminarUn beso.
Pues si, a veces creemos que hacemos lo mejor para nuestros hijos, y nos equivocamos.
EliminarUn besillo.
Un micro duro, efectivamente, y que nos deja la puerta abierta a suponer muchas cosas, todas a cual más dramática. Eso sí, el final no deja ningún lugar a dudas. Se te dan muy bien los microrrelatos. Creas tensión y dejas el poso de la duda, el interrogante que expande el relato fuera de sus palabras
ResponderEliminarBesos compañera
Muchas gracias. La verdad es que me encanta escribirlos. Veremos a ver como lo hago cuando quiera escribir una novela, jejeje.
EliminarUn besillo.
La desesperación puede llevarnos a hacer cosas muy drásticas...
ResponderEliminarUn micro estupendo, María, mucha tensión y un sin fin de posibilidades que dejas sembradas en nuestra mente de lectores. Me ha gustado mucho :))
Un besillo de lunes!!
Me encanta que la gente se quede imaginando, aunque cuadno a mí me pasa me da una rabia... jajaja
EliminarUn besillo.
Cuando la angustia llama a la puerta cada noche de una dulce niña es muy probable que en el menor descuido salte la alarma y se produzca la locura.
ResponderEliminar¡Buen micro María!
Un besito
Los niños son seres muy indefensos, y para eso estamos los adultos, para protegerlos, y no para todo lo contrario.
EliminarUn besillo.
Oh, que extrema la solución que encontró. Terrorífico microrrelato.
ResponderEliminarSaludos, María.
Llegó al extremo. Una penma que acabe mal toda esta situación.
EliminarUn besillo.