Laura
es una mujer como las de antes, pero en el siglo XXI. Con 26 años ya tenía a
sus cuatro hijos. Ella se ocupa de llevarlos al cole, al parque y a sus
actividades, los viste, los baña, y les ayuda a hacer los deberes. Arregla su
casa y la mantiene impoluta, ropa incluida. Su marido trabaja durante todo el
día, y llega de trabajar justo para darles las buenas noches a los niños.
La familia
de Laura es una familia exigente, se pasan el día de mal humor o quejándose.
- ¿Por
qué has hecho esto de cenar?
- No
quiero ir a ese sitio.
- Estoy
cansado.
- Me
duelen los pies.
- Esto
está soso.
Laura
siempre responde con una sonrisa, pero el dolor que esto le causa se queda en
un huequecito de su corazón.
Un día
cualquiera de un año cualquiera la familia de Laura se levanta con una nota:
“Me he ido a encontrar la felicidad, a recargar mi corazón con sentimientos positivos. Volveré. Laura.”
Y es que todo llega a un límite de lo insoportable y se necesita un descanso, un espacio y un lugar donde reencontrarse y cargar las baterías.
ResponderEliminarDe todas las maneras es difícil encontrar en estos tiempos, personas tan abnegadas como esta mujer.
Besos
Personas como ella pocas, pero también hay personas uqe se quejan continuamente de su vida, y eso tiene que cansar al mar pintao, como se dice por aquí.
EliminarUn besillo.
Pobre Laura, hace muy bien en ir en busca de la felicidad. Lo de está soso me ha recordado a mi marido,jajaja. ÉL nunca me dice que está soso, esa es la verdad, pero coge el salero y siempre, pero siempre, añade sal, especialmente desde que dejó de fumar, ainnnns.
ResponderEliminarUn besito y me ha gustado.
Bien por esa declaracion de libertad, muy buen relato.Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias. A veces hay que huir para recargar pilas y saber lo que se tiene.
EliminarUn besillo.
Buena decisión la de Laura, buscar un poco el sanarse y recomponerse. Me hace pensar que si vuelve –espero que sí, al menos por los peques– lo hará con un cambio de prisma, que la empuje a darle la vuelta a la tortilla y no sufrir otra vez ese calvario ; )
ResponderEliminarSeguro que vuelve y decide no aguantar tanto, eso sería lo mejor para ella.
EliminarUn besillo.
Pues pobre madre! Todo el día a cargo de varios hijos y que te premien con esas palabras. y aún así, sonreír.
ResponderEliminarQué grande!
besos
De desagradecidos está el mundo lleno, jejeje.
EliminarNo dicen por ahí cria cuervos...
Pero bueno seguro que todos se dan cuenta de lo que tienen en casa.
Un besillo.
Uy María, muy bueno en su sencillez, cuánto nos deja pensando...
ResponderEliminarAbrazo!!
Pues a pensar, jejeje.
EliminarUn besillo.
Creo que si Laura se fuera, no se lo podrían echar en cara (...o sí, pero le iba a dar lo mismo). El oficio de madre, en ocasiones, está muy poquito valorado.
ResponderEliminarUn beso enorme, María
La verdad es que esto es un poco exageración, pero puede ser que ocurra en algún hogar. Desde luego las mujeres antes eran así, la mayoría.
EliminarUn besillo.
Para los que no saben valorar lo que tienen, no hay nada como perderlo. Yo espero que Laura pueda enseñarle esa lección a su familia al tiempo que se concede algo de tiempo para sí misma. Todos ganarían :)
ResponderEliminarMuy bueno, María, da que pensar.
Un besillo!!
Seguro que si. Asó es más fácil entender que lo que se tiene no es lo normal. Jejeje
EliminarUn besillo.
Llegó a un punto de quiebre emocional, y se largó con lo puesto... me gusta! jaja No sé, se me imagina que lo tiene que haber meditado bien antes, a fin de cuentas es una decisión que marca un antes y un después en la vida de cualquiera, sobre todo en la de una mamá. Igualmente no deja de ser grave el abandono de hogar, pero de que a muchas les debe dar ganar de largarse en algún momento crítico, eso es innegable. Se puede soñar sin sentir culpa.
ResponderEliminarSaludos, María.
Hay que saber valorar lo que se tiene si queremos vivir felices. Ese es el problema, que el ser humano no lo valora hasta que lo pierde.
EliminarUn abrazo.
Claro que sí, María, con este microrrelato has dejado dos cositas claras: valorar en positivo y buscarse siempre un espacio y celarlo. Saludos.
ResponderEliminarNo podría resumirlo mejor. Muchas gracias.
EliminarUn besillo.
Realidad abrumante!!!! No es un relato cualquiera es una familia cualquiera actual...donde las haya!!!. Aunque son otros tiempos hay cosas que no cambian. La esencia es la misma. Y lo q esta claro es la necesidad de vivir la vida positivamente y encontrar tu propio espacio donde "respirar" nuevos aires q te renueven. El ¿ donde? es otra cuestion.
ResponderEliminarSaludos, Maria
Tienes toda la razón. A tus palabras no les falta ni una coma.
EliminarUn besillo.
Genial, sobre todo la última palabra. Recargarse de energía es importante, muchas veces imprescindible, pero el abandono de la lucha lo último. Un gran relato en pocas palabras, claro, conciso y contundente como la nota de Laura
ResponderEliminarBesos
Por supuesto abandonar nunca. Es una buena premisa la tuya.
EliminarUn besillo.
Bien por Laura, seguro que cuando vuelva se darán cuenta de todo lo que hace por ellos y la valorarán como merece.
ResponderEliminarMuy bueno María, :)
Besitos!!!
Ya sabemos que el ser humano no valora lo que tiene hasta que lo pierde, así que seguramente si.
EliminarUn besillo.