![]() |
Drifting Away del fotógrafo y artista sueco Erik Johansson |
¿Alguna
vez os han hecho la típica pregunta estúpida de que tres cosas te llevarías a
una isla desierta? ¿O qué tres famosos? ¿O qué tres personas que conozcas? Esta
última tiene su truco, te la hacen para ver si los nombras a ellos y saber si
están entre tus favoritos.
A mí
siempre me ha repateado esta pregunta, así que un día me pregunté a mi mismo
¿qué tendría que tener mi isla desierta? Sin número por supuesto, lo del número
es algo absurdo.
Empecé
a comprar trocitos de madera, cola de carpintero, ramas que simulaban a los
árboles, animalitos pequeños... Todo lo necesario para montar mi isla ideal.
Tenía que tener un Ayuntamiento, con mi nombre como alcalde y fundador de
aquella pequeña ciudad en mitad de la nada. Una gran biblioteca con miles de
libros que fui creando exclusivamente para mis ciudadanos. Animales que nos
dieran todo lo necesario: cerdos, gallinas, ovejas, vacas,…
Y unas
casitas muy monas, para que mis habitantes estuvieran contentos.
Todo
esto lo monté dentro de una botella, una de esas que te mandan a reciclar y no
lo haces, no sabes si por vagueza o por cosas del destino. Con lo que cuando ya
no cabía ni una mísera hoja más, ni una flor pequeñita, ni un gramo de arena,
me obsesioné con entrar dentro de aquel mundo.
Observaba
los muñecos que había creado allí dentro, tan diminutos que apenas se
distinguían sus caras, y quería formar parte de aquel mundo creado solo y
exclusivamente para mí. Estaba obsesionado, me recorrí todas las librerías y
bibliotecas buscando libros de hechicería, de conjuros, o de cualquier cosa que
tuviera que ver con la magia. Y nada, no encontré nada de nada.
Buscaba
por Internet, y visitaba ciudades donde se encontraban las mejores brujas del
mundo, no de esas que salen en la tele, sino de las que tienen una baraja de
tarot malgastada y sus casas huelen a hierbas de lo más extrañas.
Todos
me decían que nunca encontraría lo que buscaba, que aquello era un sinsentido y
que no lograría entrar en el mundo de mis sueños.
Fueron
pasando los años y me convertí, sin quererlo, en un viejo jubilado y solo, pues
todos mis seres queridos habían muerto, o me habían dejado como a un loco sin
remedio.
Así que
una noche de agosto, con la luna llena brillando en lo más alto del cielo, me
fui a la playa con mi botella en mano, decidido a tirarla lo más lejos que pudiera
al mar para que se la llevara la marea.
No me
di cuenta de que aquella noche llovía, una lluvia sin agua, una lluvia de
estrellas. El cielo se cubría de rayos anaranjados que iluminaban la playa, y
yo me quedé mirando, completamente maravillado por aquella visión. Me di cuenta
entonces de todo lo que me había perdido, no había tenido hijos ni una esposa a la que amar, completamente
obsesionado por mi mundo de cristal.
Así que
tiré la botella lo más lejos que pude, y un dolor en el pecho me hizo caer al
suelo. Miré la botella como se alejaba y cerré los ojos.
Me
desperté en mitad de un bosque, me levanté y me miré las manos, no tenían ni una
arruga. Observé a mi alrededor, todo aquello me era muy familiar, pero no podía
ser. Corrí hasta llegar a la civilización. Era mi isla, todo lo que yo había
creado estaba allí.
Una
chica pelirroja me sonrió desde la acera de enfrente. Un nuevo comienzo para mí
gracias a las estrellas.
Un cuento precioso con final feliz. Estuvo toda su vida centrado exclusivamente en montar esa isla ideal, la de sus sueños, sin poder vivir y disfrutar del mundo real, pero finalmente vio recompensado su esfuerzo y una mano (divina?) le condujo hasta su paraíso particular.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho. Espero que esta historia sea la ganadora.
Un abrazo.
Me has sacado los colores, jejeje. Muchas gracias por tu apoyo. Seguro que hay muchísimas muy buenas. Pero la verdad es que me encanta que te haya gustado tanto. Mi ego de escritora te da las gracias. Jijiji.
EliminarUn besillo.
Una historia muy bonita y lograda que tengas suerte en el concurso. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias. Me alegro de que te haya gustado.
EliminarUn besillo.
María me ha encantado, no sé a qué concurso la has mandado pero ojalá ganes, es genial, de veras.
ResponderEliminarUn besito y el post de hoy me lo has inspirado tú con la entrada de ayer.
Pues es de la Comunidad Relatos Extraordinarios, de la que soy moderadora. Se hacen concursos cada quince días más o menos, y es divertido. Podrías intentarlo. Los concursos se publican en el Blog El Círculo de Escritores.
EliminarAquí te dejo el enlace por si te pica la curiosidad y quieres participar.
http://elcirculodeescritores.blogspot.com.es/
Un besillo.
Gracias!!!! Si la semana que viene es más tranquila que esta sí que miraré. Besos.
EliminarPues ya sabes, nunca es tarde, te puedes enganchar cuando quieras.
EliminarUn besillo.
Glups!!! Al final lo consiguió... Aunque se tuvo que perder toda una vida para hacerlo
ResponderEliminarBss
Sí, pero ahora le queda otra vida completa para vivir su sueño.
EliminarUn besillo.
Qué cuento más bonito. A veces hay que renunciar a todo para conseguir lo más importante. Lo malo es cuando no lo sabes y no te queda ni el recurso de elegir.
ResponderEliminarMuy hermoso, María.
Muchas gracias. La verdad es que a nuestro prota le salió bien, no a todos les sle de la misma manera.
EliminarUn besillo.
Me alegra que al final las estrellas le concedieran su deseo, y que tenga una nueva vida que se intuye muy feliz. Me ha encantado, María, muy original. Muchísima suerte en el concurso.
ResponderEliminarMil besos
Muchas gracias.
EliminarLa verdad es que la imagen invita a escribir, jejeje.
Un besillo.
Realmente hermosa esta fábula de creación, ilusión, esperanza, encuentro y renacimiento. Todos los ingredientes para un cuento redondo, el protagonista no renuncia jamás a sus sueños y logra verlos cumplidos. Un desenlace perfecto.
ResponderEliminar¡Abrazo, María! ;)
La verdad es que para conseguir los sueños hay que buscarlos, ellos no llegan a nosotros si no hemos luchado por ellos, jejeje.
EliminarUn besillo.
Qué bonita historia, María. Al final y aunque pagó un alto precio, consiguió vivir para siempre en su pequeño mundo a medida. Supongo que la magia, tan largamente buscada por él, al final quiso concederle ese deseo, ¡me alegro!.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, que tengas suerte en el concurso!!
Besitos de jueves.
La magia es caprichosa y solo es mostrada a aquellos que creen en ella, por eso nuestro prota encuentra a través de ella todo lo que ha querido siempre.
EliminarUn besillo.
Una bonita historia, es cierto que tiene la parte solitaria de que el protagonista prefirió no vivir la vida por dar rienda suelta a su deseo enfermizo de vivir en esa botella, pero al menos al final logró precisamente eso jeje. ¡Un abrazo!
ResponderEliminarEs lo mejor de perseguir los sueños, que al final los alcanzas. Aunque te lleve toda la vida.
EliminarUn besillo.
Qué hermosa historia, María. A ver si hay una lluvia de esas y se cumplen los nuestros! Jeje
ResponderEliminarBesitos!!!
Jiji siiii solo hay que buscarlas.
EliminarUn besillo.
Lindo relato. persiguiendo los sueños.
ResponderEliminarbesos
Muchas gracias. Siempre hay que perseguirlos, porque ellos no llegan solos.
EliminarUn besillo.
Tierno y aleccionador, María. Un relato con final feliz, de esos que siempre hace bien leer. Te deseo buena suerte en el concurso.
ResponderEliminarUn beso.
Fer
Los finales felices son los mejores porque te dejan buen sabor de boca. Hay que seguir nuestros sueños.
EliminarUn besillo.
Un final bueno y bonito, me encantó. Un besito guapa!
ResponderEliminarMuchas gracias guapa. Me alegro de que te haya gustado.
EliminarUn besillo.
Saludos María, un interesante, lindo y esperanzador relato. Muchos desearíamos esa segunda oportunidad. Saludos y bendiciones!.
ResponderEliminarLa verdad es que al final tiene suerte, porque las segundas oportunidades son muy escasas.
EliminarUn besillo.
Una agradable historia
ResponderEliminary lo mejor con un final feliz :)
Los finales felices son mejores porque nos deja buena sensación, aunque hayamos sufrido con el proceso.
EliminarUn abrazo.
Qué final más bonito María, puede que se viera recompensado cuando al fin se dio cuenta de todo lo que había perdido por no vivir la vida al estar obsesionado por la botella. Un sueño esperanzador!!!
ResponderEliminarDejas un mensaje de vida, hay que seguir para que cuando miremos atrás se nos llene el alma, :)
Besos.
Claro que sí, luchar por nuestros sueños, que seguro que al final se convierten en realidad.
EliminarUn besillo.
Que bueno María!! Ha estado genial, todo lo que se había imaginado por fin lo pudo ver cumplido!!!:)
ResponderEliminarAdemas es como si su determinación y su fe fuesen recompensadas con una segunda oportunidad!!
Un beso María y mucha suerte!! ;)
A veces esas segundas oportunidades llegan, solo hay que creer y ser constante.
EliminarUn besillo.
Bonito cuento, con un inicio muy muy bueno. Has sido muy original con la imagen propuesta en el concurso. ¡Mucha suerte!
ResponderEliminarMuchas gracias. La verdad es que fue lo primero que se me ocurrió. No soy de escribir poesía, y ya he visto que esta imagen inspira.
EliminarUn abrazo.
Quien se centra en sus sueños suele conseguirlos, pero como has dejado claro en el relato, se pueden perder muchas otras cosas. Muy bueno!!
ResponderEliminarAbrazo!!!
Si todo tiene un precio en esta vida. Solo hay que saberlo y aceptarlo.
EliminarUn besillo.
Qué bonito cuento lleno de magia y fantasía.
ResponderEliminarEnhorabuena
Besitos
Muchas gracias Mar.
EliminarLa magia y la fantasia son muy necesarias en nuestras vidas.
Un besillo.
¿Fue cosa de la magia? ¿O era el paraíso?
ResponderEliminarSea lo que fuere, me alegro de que haya encontrado lo que deseaba.
Un besito, María.
No lo había pensado por ese lado, pero buen resumen. Podría ser también el paraíso, ¿quién sabe?
EliminarUn besillo.
¡Hola!
ResponderEliminarMe has comentado en el relato así que te devuelvo visita y comentario. ¡El tuyo me ha gustado mucho! Ha sido de los primeros que he leído y francamente me ha gustado mucho el final que le has dado, el significado y el valor de las cosas que a veces ni percibimos.
¡Un beso y mucha suerte!
Muchas gracias. La verdad es que los sueños cumplidos son lo mejor.
EliminarUn besillo.