En
qué momento de la educación de su niña habían empezado a equivocarse, era algo
que no conseguían entender.
En su primer año de
vida, ya sabía hablar y andar perfectamente. Nunca pedía las cosas que quería,
las buscaba por sí misma. Y si alguien se ponía en su camino, acababa con él,
literalmente.
Esta pequeña no le anda a la zaga a tu "escritora". Me encantan esto relatis en que, con tan pocas palabras, se comunica tanto. Felicidades y que tengas un genial noche de Reyes
ResponderEliminarLa verdad es que bien podría ser su hija o ella misma de pequeña, jejejeje.
EliminarUn besillo.
Como suele decirse, "chiquita pero matona" esta cría. Avanzada en todo, incluso en lo peor...
ResponderEliminarUn micro estupendo, María. Cuentas una historia en apenas un puñado de palabras :))
Un beso!!
Hay personas de todo tipo, ya de pequeñas apuntan maneras.
EliminarUn besillo.
Buenísimo. Aquí hay material para un cuento de ficción. Tu historia esta genial. Porque con pocas palabras lograste crear toda una historia en la cabeza del lector. Admirable, Julia me saco el sombrero y no voy a perderte de vista. Gracias por compartir, nunca dejes de escribir. Felicidades.
ResponderEliminarMuchas gracias. Me alegro de tenerte por aquí.
EliminarSeguro que no dejo de escribir.
Un besillo.
Tan pequeña y tan ¿malvada? Qué precoz! Es como una muñeca endemoniada.
ResponderEliminarSaludos.
Jajaja si la verdad es que si. La maldad empieza desde la cuna.
EliminarUn besillo.
Fantástica introducción, que deja al lector enganchado y con ganas de más.
ResponderEliminarCon pocas palabras hay un sinfín de posibilidades.
Enhorabuena, muy buen micro que podría ser un gran libro. Te seguiré de cerca. Un abrazo.
Muchas gracias. Por ahora creo que se quedará aquí, el libro tendrá que esperar.
EliminarMe alegra que te haya gustado.
Un besillo.
Has dado los primeros pasos, los siguientes se los dejaste a la imaginación de quienes te leen.
ResponderEliminarEs fantástico lo q has hecho, María.
Gracias por compartir.
Te sonrío con el Alma.
Cada uno que se invente su propia historia. yo he dado las primeras pinceladas.
EliminarUn besillo.
Incide tu texto en algo que preocupa a muchos padres: ¿hasta dónde influye la educación que a mis hijos pueda darles? ¿somos culpables de un comportamiento anómalo? En tu relato está la respuesta, je, je
ResponderEliminarBesos
Y mi respuesta a esas dos preguntas es si.
EliminarUn besillo.