Querida
mamá:
Te
escribo desde aquí, desde lo más lejos
de ti, pero a tu lado. Te escribo sin saber, pero encontré la forma de
comunicarme contigo además de con los ojos. Porque es verdad que nosotros
conectábamos con la mirada.
Te
escribo para darte las gracias, para decirte lo mucho que te quiero y te he
querido durante todos los años que he estado contigo.
Sé que
cuando era un cachorro me porté un poquito regular. Me comía tus libros de
Isabel Allende, y era mi forma de decirte que me la leyeras, que así estaría un
rato más con mi cabeza en tu regazo.
Y aun
así, a pesar de todas las trastadas que te he hecho, a pesar de revolverte la
basura por la casa y demás cosas que te han hecho enfadar, solo quería decirte
que sé que me querías y me quieres con todo tu corazón.
Te
escribo para decirte que no estés triste por mí, que te acuerdes de todos esos
momentos que disfrutábamos en la playa, cuando me tirabas piedras para que no
las cogiera, porque yo, tu cabezón, me empeñaba en coger las más grandes.
Te
escribo para decirte que aquí estoy, en un sofá, con la abuela, durmiendo la
siesta. Luego vamos a ir a nuestra playa y voy a coger las piedras más grandes
en tu honor, mientras la abuela se baña conmigo como hacías tú. Que aunque te
arañara con mis torpes movimientos, tú nunca me lo echabas en cara. Sabías que
lo que quería era abrazarte, y tú me dejabas reposar sobre tus hombros.
Te
escribo para decirte que sigo a tu lado, aunque ya no me puedas ver, para
decirte que dentro de poco solo recordaras todo lo bonito que hemos vivido,
porque me has hecho un perrillo muy feliz, contigo tuve la mejor vida que un
perro puede desear. Tú me lo has dado todo, y yo intentaba corresponderte
cuando estabas triste, cuando llorabas, cuando te enfadabas. Notaba que al
acercarte mi hocico, te devolvía un poco de felicidad. Y tú me acariciabas como
parte de tu terapia.
Juntos
hemos sido uno, en los paseos nocturnos por el paseo marítimo, en los momentos
de sofá, en los ratos de saltos y juegos. Sé, lo sé, sé que soy tu gran amor.
Tú siempre serás el mío, porque madre no hay más que una.
Te escribo
para decirte que te quiero, para decirte que te he dejado lo más importante,
todos esos recuerdos que vas a guardar contigo para siempre.
El relato de hoy se lo dedico a mi hermana y a nuestro peruchillo feliz. Ese que ha formado parte de nuestras vidas, y sobre todo de la suya durante tanto y tan poco tiempo a la vez. Un Yogüi, porque ya no hay Labradores, hay Yogüis, que hizo feliz a muchísima gente, a toda la que ha pasado por su lado. Porque ha habido muchas personas que lo han querido, y él se ha ido rodeado de personas que lo querían y lo amaban. Desde aquí me pequeño homenaje a una parte de nuestra familia que se lleva un trocito de nuestros corazones.
Qué emotivo, María. Precioso. Me ha puesto un nudo en la garganta.
ResponderEliminarUn beso.
Muchas gracias. La verdad es que me queda poco que decir.
EliminarUn besillo.
Esa perdida la he vivido muchas veces y temiendo el día que se vuelva a repetir. Nadie como ellos para meterse tan dentro de nosotros que es imposible sacarlos de ahí. Besos
ResponderEliminarSon parte de nosotros, y cuando se van, se la llevan.
EliminarPero nos quedan los buenos momentos con ellos.
Un besillo.
Cuando un animalito se nos muere, una parte de nosotros se va con él.
ResponderEliminarLo siento mucho, María.
Un besito.
La verdad es que sí, son una parte de nosotros. Y es una gran pena.
EliminarUn besillo.
Cuando oigo que los perros no tienen alma, me río.
ResponderEliminarcuando oigo que el amor es privilegio de los humanos me vuelvo a reír.
Cuando oigo que los animales no tienen sentimientos me carcajeo. Y hasta miro con ironía a aquel que se atreva a decirlo y le respondo: Qué sabrás tú de almas,amor y sentimientos si nunca tuviste un perro.
María te lo agradezco con lágrimas en los ojos recordando a mis dos amigos que me dejaron hace ya mucho.
Besos
Gracias a ti por tus palabras. La verdad es que ellos tienen el alma más pura que muchos humanos, y eso es indiscutible.
EliminarSiento lo de tus dos amigos.
Un besillo fuerte.
Aiiiiix!!! Pasaba por el Cara-Libro antes de ponerme a estudiar y me he encontrado con esta Preciosidad *-*
ResponderEliminarEs que los Peludines... Son muy mucho demasiadi Amor del Mágico #SeSabe
¡¡Muuuuuuchos Kissss Súper Mamá!! ^w^
PD: Sus echa de menos u.u
Ayyy sabíaq ue ten encontraría por aquí. Dale un besazo enorme a tu Samete.
EliminarY a ti se te echa también mucho de menos, pero lo primero es lo primero, tus niños y tus estudios.
Un besillo enorme.
Ayyyyy, como me duele el alma, me encuentro destrozada, sin mi mitad, sin mi cachito de mi, lo busco en todas partes y no está. Aún no me lo creo.
ResponderEliminarGracias por el relato princesa y por entenderme tanto....
Te quiero princesa. Y esto es poco, poquísimo de lo tanto que podríamos decir de él. Pero es que no salen las palabras. Quizás con el tiempo...
EliminarTú le has dado la mejor vida que él prodría tener, y eso es lo importante. Todo el tiempo que habéis vivido juntos.
Un beso mi niña.
Ohh María... Que penilla, se lo que es perderlo :( Os mando un cariñoso abrazote.
ResponderEliminarLa verdad es qeu sí. Muchas gracias por tus palabras Elena. Siento que también sepas lo que es.
EliminarUn besillo.
Un texto conmovedor. Cómo se llega a querer a estos animalitos que tanto amor te dan, siempre a tu lado y que nunca se enfadan contigo aunque tengas un mal día o los reprendas enérgicamente. Por toda respuesta, te lamen y se acurrucan a tu lado mirándote con esos ojillos de pena que te hacen sentir culpable.
ResponderEliminarLo he sentido como si fuera mía la pérdida. Ojalá existiera un cielo para los perros donde pudieran juguetear eternamente. Así compensarían la corta vida que se les otorga en la tierra.
Un abrazo y una caricia para ese perrillo que se fue.
Muchas gracias por tus palabras. La verdad es que son parte de la familia y es difícil cuando pasan estas cosas.
EliminarUn besillo.
Hace poco más de un mes se fue mi Dark, era un bretón blanco y negro, y todavía lo recuerdo a diario. Creo que así será siempre mientras yo transite por donde él lo hizo.
ResponderEliminarPor eso me llegan especialmente tus letras. Sé que se puede querer a un animalito igual o más que a algunas personas, María, así que mucho ánimo para ti y para tu hermana.
Besos
Muchas gracias. La verdad es que estos perrillos se hacen de querer. Es verdad que son parte de la familia.
EliminarUn besillo.
En tu relato a tu perro me haces saber cuanto amor se tiene por un perro. Yo he tenido de niña una mala experiencia y siempre he tenido miedo a los perros . No dejo de reconocer que quien tiene un perro es uno mas de la familia. Mis padres tuvieron gatos en casa y les tenia cariño. Ahora yo por salud no puedo tener animales. Estuve una semana de vacaciones en Peñiscola con mi amiga y Manoli y llevamos a su perro Koofy y se portó muy bien en el camino y allí era muy cariñoso . La cogí cariño como si fuera mio. Un dia os mostraré su foto. Un abrazo
ResponderEliminarLa verdad es que tener animales es una gran responsabilidad, pero te dan tanto...
EliminarSon parte de nosotros.
Un besillo.
Ay, María, cuánto lo siento, por ti y por tu hermana. Se les echa mucho, muchísimo en falta. Me he emocionado leyéndote.
ResponderEliminarUn beso enorme
Muchas gracias Chari.
EliminarLa verdad es que poco me queda que decir, los animales son parte de nuestra vida.
Un besillo.
Ufffffff vaya día de llorar leyendo blogs que llevo.
ResponderEliminarYo sufro mucho cada vez que le pasa algo a alguno de mis animales así que sé perfectamente lo que estáis pasando, y cuando se van se llevan una parte de nosotros.
Un besito y otro para tu hermana, y espero que pronto podáis recordarlo pensando solo en lo bueno.
Ayyy pobre, sé como te puede afectar estas cosas. Siento hacerte llorar. No me salía escribir sobre nada más.
EliminarUn besillo.
Un post tierno, lleno de recuerdos compartidos y de amor. Como tú dices era un miembro de la familia y así se le quiere. Estoy segura de que este homenaje, de alguna forma, llegará a su corazoncito canino :)
ResponderEliminarUn beso de viernes, María!!
AYyy si es que era tan bonito, un chuchillo precioso en todos los aspectos. él nos dio más d elo que le dimos nosotras.
EliminarUn besillo.
Ayyyyy, María!! que me dejaste con loos ojillos algo húmedos...y es que este tipo de entradas me ponen demasiado tierna y luego ya no sé qué comentar ¡lo siento!
ResponderEliminarLe mando a tu amigo canino miles de besitos, que aunque no lo conocí personalmente, me has ayudado mucho con este entrañable relato a conocerlo y por supuesto a quererlo ¡que siga corriendo con la abuela por la arena de esa playa toda la eternidad!
Muchos besitos y gracias por hacernos cómplices de esta adorable despedida.
La verdad es que no hace falta comentar nada. Es difícil y te entiendo. Muchas gracias por pasarte y dejar tu huella.
EliminarSi estarán en la playita correteando con la lengua fuera.
Un besillo.
Es increíble que uno pueda llegar a querer tanto a un perro. Ha de ser porque los perros tienen gestos de amor y entrega todavía mucho más lindos y puros que los humanos. Nosotros, que muchas veces amamos con desconfianzas, exigencias y contratos legales de por medio.
ResponderEliminarEl corazón del perro es más simple pero, curiosamente, más comprometido con la fidelidad y el cariño eterno hacia la familia que lo acoge, lo que lo vuelve al mismo tiempo complejo y entrañable.
Bonito texto, saludos!
Toda la razón te doy. Al final ellos son los que nos dan una lección de vida.
EliminarUn besillo.
Ahora me has hecho llorar... Recordando a mi perro...
ResponderEliminarTriste y bella carta. Lo siento.
Besos.
Siento haberte hecho llorar. Sé que los perros son parte de nuestra familia, ellos nos dan un gran amor que es difícil de olvidar.
EliminarUn besillo.
Como ya han dicho por aquí, y como también has dicho tú, las mascotas acaban siendo un miembro de la familia con el tiempo, al margen de su mayor o menor historial de travesuras. Yo también tengo perro, y hace cosa de casi un año, le pasó algo que nos hizo pensar en casa que su hora había llegado, y eso me entristeció bastante. Me alegra decir ahora que ese bache pasó y sigue vivo y coleando (los cocker mueven el rabo con frecuencia y mucha energía). Así que ánimo para ti, tu hermana y toda persona afectada por la pérdida. Es bueno pensar que seguirá presente cuidando de la gente que se nos ha ido por el camino...
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegro de que tu perrito este bien, sé que los cocker son muy activos y un poquillo traviesos.
EliminarUn besillo.
Se lo merece. No me cabe la menor duda.
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias.
EliminarUn besillo.
Una triste pero preciosa carta María, una despedida llena de amor para un miembro de la familia.
ResponderEliminarYo tengo dos y solo pensar que algo les pueda suceder... no tengo siquiera palabras.
Besitos.
Muchas gracias Irene. La verdad es que cuando se va un miembro de la familia es difícil, sea peludo o no.
EliminarSiento dejarte sin palabras.
Un besillo.