Y entré
en mi mundo onírico. Y entraste detrás de mí, y te encontré de nuevo. Y
volvimos a llorar juntas, y a abrazarnos y a sentirnos y volví a verte con tu
cara de niña, con tu pelo largo y tu mirada llena de amor.
Y el
dolor que me estaba causando me despertó de golpe. Me trajo a la realidad. El
sudor impregnaba mi ropa, y la oscuridad me invadió. Me trague el llanto que
intentaba salir e intenté volver a soñarte. No era un sueño bonito, no reíamos,
no bailábamos, lo pasábamos mal. Era una pesadilla con todas sus letras.
Pero la
recompensa por tenerte de nuevo era mucho mayor que el dolor que me causaba verte
sufrir en mis sueños. Prefería el dolor y verte al silencio constante de tu
ausencia.
De
nuevo te tenía a mi lado. Y la desesperación por volver a dormirme me hacía
tener un duermevela en el que aparecías a medias. Ya no te tenía conmigo, y las
personas que estaban alrededor me sabían a poco, porque con quien quería estar
era contigo.
Un “mamá”
sonó a lo lejos. Intenté cerrar más fuerte los ojos e ignorarlo. Aún no quería
volver. Pero la llamada se volvió a repetir y los abrí, resignada a mi realidad.
Vuelta a la vida, a mi vida, porque ese “mamá” era para mí. Ahora yo soy la
mamá, te he quitado el puesto, te lo arrebaté sin quererlo. Pero aún busco en los sueños un momento, un
instante, en el que la madre no sea yo.
Quería comentarte algo.... Pero no puedo, una vez más me dejas sin palabras y con el corazón encogido. Ayyy, como duele
ResponderEliminarNo hace falta que digas nada. Lo sé.
EliminarMuy profundo, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarBEsos
Muchas gracias.
EliminarUn besillo.
Ayyyy María qué angustia, así llevo yo toda la semana, bueno unos meses pero esta semana está siendo de pesadillas...
ResponderEliminarBesos.
Espero que cesen esas pesadillas y volvamos a los sueños bonitos. El dolor tiene que salir por alguna parte.
EliminarUn besillo.
Claro que sí, yo de día lo llevo bien pero las noches...así estoy, quedándome en los huesos pero en plan demacrado, no delgadez chula. Besos y a esperar a que vuelvan los sueños.
EliminarPues a dormir aunque sea de día. Mi hermana decía que las mejores siestas eran las de las mañanas.
EliminarUn besillo.
Maria un sueño que nos dejas con el alma en un vilo. Un abrazo
ResponderEliminarUn sueño hecho pesadilla, a veces es mejor despertar y volver a la realidad.
EliminarUn besillo.
Ohh María, esos sueños suelen dejarnos con angustia y a pesar de ello sin querer despertar!!
ResponderEliminarBesin :))
Sí son sueños agridulces, llenos de pena, pero con ganas de no perderlos.
EliminarUn besillo.
Ay, María, me has dejado con un nudo en la garganta. A veces valen la pena las pesadillas, porque nos permiten reencontrarnos con los que ya no están, aunque duela. A veces se prefiere el sufrimiento de la pesadilla al dolor de la ausencia.
ResponderEliminarMil besos
Completamente de acuerdo contigo. No has podido resumirlo mejor.
EliminarUn besillo.
Qué difíciles son algunas ausencias, María. Comprendo que prefirieras una pesadilla a la vigilia con tal de volver a estar junto a ella. Significa mucho para tí, tanto como tú para tus hijas. Sí, ahora eres la madre; es tan bonito como dificil.
ResponderEliminarUn relato precioso, a todos nos has dejado con el corazón un poco encogido.
Un beso enorme!!
Sí ahora soy yo la madre, y espero hacerlo la mitad de bien que lo hizo la mía.
EliminarSer madre es una maravilla.
Un besillo.
La ley de la vida es tan costosa de cumplir que a veces los sueños nos ayudan a saltárnosla a las bravas, pero se convierten en pesadillas si nos aferramos a ellos.
ResponderEliminarLa realidad es la que es y es ella, la que nos enseña lecciones de amor inolvidables.
Muy emotivo escrito María ¡Sniff!
Besos
Me han encantado tus palabras, me han puesto los pies en el suelo, que es donde deben estar e estos momentos.
EliminarMuchas gracias y un besillo.
Que lindo y triste poema/relato María. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias. Me alegro de que te haya gustado, a pesar de su tristeza.
EliminarUn besillo.
Que injusta es la vida, arrebatándonos a nuestras almas.
ResponderEliminarEs muy triste María pero lleno de mucho amor y eso hace que sea precioso.
Besos.
Muchas gracias y bienvenida de nuevo por estos lares.
EliminarUn besillo.