Creí
que eran imaginaciones mías. Que a veces me paso de paranoico y veo cosas donde
no las hay. Pero el tiempo es un fiel ayudante, y es el único que te hace ver
las cosas como realmente son.
Desde
el primer momento me pareció raro, pero lo deje hacer, lo deje estar. Tus palabras
llegaban a mí en un torrente de adulaciones. Me escribías letras preciosas para
agasajarme con los mejores piropos. Algo perseguías. Y me lo confesaste, pero
mi negativa no te hizo achantarte.
Creaste un mundo basado en palabras llenas de
admiración, en cortejos uno a uno para llenar el vacío que tenías por dentro.
Entre
en tu mundo, me dejé llevar por tus caricias, por tus ronroneos en mi oreja. ¿A
quién le amarga un dulce? Poco a poco me surgieron más obligaciones y tu mundo
quedó a un segundo plano. Pero seguía allí, mirando y observando, disfrutando
de ese magnífico universo que habías creado.
Entonces
tus palabras pasaron a ser más frías, ya
no me lisonjeabas con tanta atención y tus sentidos no estaban puestos en mí.
Te había abandonado y me lo hacías pagar. Lo dejé estar. Sabiendo que tenías a
otros a los que dedicabas las atenciones que en un principio eran solo para mí.
Todas
mis sospechas se acabaron cuando dejé tu mundo. Cuando me fui definitivamente. Ya
no era especial, ya mis letras no eran las más bonitas, es más, ya no existían
para ti.
Y el
tiempo me dio la razón, me agasajabas, me perseguías, me llenabas de terrones
de azúcar para alabarte y hacerte más fuerte, para no sentirte solo. Y no porque
en realidad pensaras que yo era bonito y
especial. Yo era un mero objeto, una zanahoria para los burros que llegaron
detrás. Para esos que aún tienen la venda sobre sus ojos y te siguen hasta el
precipicio.
El
tiempo me dio la razón, me ayudó a entender tanta amistad profunda, tanta
adulación, me ayudó a saber que solo me querías por interés, por un quid pro cuo.
Ahora simplemente soy yo, soy yo en toda mi
esencia, y me vanaglorio de tener más
verdad que mentiras. Más autenticidad en ese apartado que no es mío, el único
que yo no controlo, el único que no escucha mis letras. Sino la de los que no me
han abandonado. De los que siguen ahí porque en realidad sí les gusto tal como
soy.
Lo jodido es que algunas veces las paranoias se convierten en realidad. Son muy pocos los que permanecen sin esperar nada a cambio.
ResponderEliminarÚltimamente estás de lo más reflexiva y termino yo también colocando tus reflexiones en algún punto de mi vida. Eso me gusta. ;)
Un abrazo, guapa. =)
Me alegro de servirte para que reflexiones tú también. De vez en cuando no viene nada mal.
EliminarUn besillo.
Ostras. Si he sabido leer entre líneas solo puedo decirte que lo siento,María. Un besito de consuelo y de mucho ánimo.
ResponderEliminarAy, ay, ay, la que he líado. Jajaja. Estoy estupendamente. No me pasa nada. Parece que no me he explicado bien con mi relato. Le he ddo voz a mi Blog, que se queja un poquito de las redes sociales, pero nada más.
EliminarNo quiero ni pensar lo que te habrán hecho pensar mis palabras...
Un besillo.
Jajajaja, mejor te lo digo por privado porque podrías flipar. Ya sabes, eso de "la mente retorcida de un escritor".
EliminarEn todo caso, me alegro de haber estado equivocada.
Un besico, linda.
Jajajaja pues estoy deseando leer ese privado. A lo mejor me das una idea para otro relato, jajaja.
EliminarUn besillo.
Me ha encantado, pero mejor no te cuento el significado que le doy a tu texto, porque vas a pensar que ando mal de la cabeza...
ResponderEliminarPues ya tengo curiosidad, porque parece que lo que tenía en mi cabeza, no logré transmitirlo a la realidad. Jajaja.
EliminarUn besillo.
Si es cierto lo que dejas entrever el relato, lo siento, María. Mucho ánimo
ResponderEliminarEn serio, me dejáis estupefacta. No sé que es lo que indican mis letras que tanta alarma ha creado. Te digo lo que le he dicho a Sue. Le he dado voz a mi Blog para quejarse de las redes sociales. El pobre lo pasa mal. Jijiji.
EliminarSiento haberos hecho creer algo que no era. Yo estoy estupendamente.
Gracias por tu preocupación.
Un besillo.
Noto cambios en tus letras, María... imagino que en ti también...
ResponderEliminarMe alegro que seas tú, tal como eres... ;)
Un abrazo grandote!!!
He dado a entender algo distinto de lo que en realidad quería, siento no haberme explicado bien. Le he dado voz a mi BLog. De hecho lo escribí en masculino para que no hubiera equivocaciones. Creo que no lo he hecho bien del todo, jejejeje.
EliminarUn besillo.
Jajajaja, ay la que has liado pollito! Jajaja
EliminarMira el lado positivo... nos preocupamos por ti ;)
Yo no iba mal encaminada, intuía que iban por ahí los tiros...
Lo dicho... me alegra que tú y tu blog seáis tal como sois, besotes!!
Jajajaja la verdad es que sí, la he liado buena.
EliminarNo hay mal que por bien no venga. Veo vuestra preocupación y me emociona.
Muchas gracias.
Un besillo.
Usualmente las reflexiones en lo personal las tomo de mis propias caidas y levantes, de mis tristezas y alegrias, entreveo una reflexión muy poderosa entre tus letras un profundo sentir y pensar ademas de un sentimiento muy cercano al corazón, la vida y sus vueltas son de lo mas bello pero a la vez de lo mas intenso, por momentos a oscuras y en ocasiones en hermosos momentos de luz, adelante corazón, adelante con valor que en el tiempo hay rieles por los cuales recorrer el mundo hasta el final donde siempre habrá un bello sonreír después de avanzar un fuerte abrazo
ResponderEliminarMe encantan tus palabras, la verdad es que son mucho más profundas de lo que pretendían ser mis letras. Parece ser que le di un sentido euivocado a mi relato.
EliminarPero me alegro que os sirva para vuestras propias reflexiones.
Un besillo.
Pues yo creí que se trataba de un bloc, no de un blog, sino de un bloc de notas que, poco a poco, se sentía solo y abandonado por falta de atención y de esas palabras con las que su propietario/a solía hacerlo feliz. Mira por dónde.
ResponderEliminarPues yo creo que tu blog no tiene por qué sentirse triste y abatido pues amigo/as y visitantes no le faltan.
Un abrazo.
Por supuesto que no debe sentirse así. Pero es que los blogs a veces son muy exigentes y quieren que todo el mundo los lea.
EliminarUn besillo.
No solo por tu texto sino también por algunas otras cosas que nos has ido comentando creo que hablas de una experiencia muy real como bloguera. Aquí y en todas partes la gente es interesada, no da si no recibe, cambia de opinión según el viento que sople y no tiene problemas en alabar y lisonjear si cree que eso le reportará algún beneficio.
ResponderEliminarEs una gran decepción descubrirlo, pero lo que debe contar para tí es que tú sí eras sincera en cada palabra que escribiste :))
Un besillo de jueves, María!!
Ayyy Julia, ¿va a ser verdad eso de que hemos encntrado nuestra alma gemela? ¿o será que ya me has leído tanto que me conoces como yo misma?
EliminarMuchas gracias por tus palabras, creo que me siento un poco aliviada de que se me entienda un poco. Aunque supongo que será porque nos conocemos un poquito.
Un besillo muy grande Hermana de Letras.
¡Vaya! He leído tu texto y los comentarios y... sí, la has liado parda, je, je. Yo, al leerlo, entiendo lo que quieres decir del blog, tal como lo expresa Julia, pero te conozco poco. A veces es mejor no tener tanta información, je, je, porque te llevas cada susto...
ResponderEliminarEn cuanto al tema, pues sí, las redes sociales son interesadas y los blogs también. Que no lo es. Hasta el whatsapp. Pero bueno, creo que, como decís, lo más importante es mantener la integridad y ser sincero, tanto en tus opiniones como en tus actos. Las lisonjas no están mal, pero solo si son sinceras, por supuesto. Al que no lo es yo creo que al final se le acaba viendo el plumero, pero bueno, si no es así, que le vaya bien
Besos
Como bien dices, al final se nos ve el plumero, o como también se diría, se pilla antes a un mentiroso que a un cojo.
EliminarLa verdad es que sí, la he liado parda, jajaja. Procuraré ser más concreta la próxima vez.
Un besillo.
Una divagación muy buena María.
ResponderEliminarEse doloroso sentimiento el de la decepción, que siempre va de la mano del interés.
Nunca podré entender el que regala la estima sin sentimiento real, ya que si no hay base no merece la pena. Pero esta sociedad insana parece que lo entiende como un logro o meta, por conseguir algo... y yo me pregunto ¿el qué?
Nada, eso es igual a perdida, (creo que empiezo a divagar también) ;)
Me has hecho pensar, supongo que debemos valorar más los pasos que damos y sobretodo como los damos.
Besos!!!
Sí, supongo que tienes razón. Mucha gente no da nada sino espera recibir algo a cambio. Somos egoístas por naturaleza. Aunque creo que unos más que otros.
EliminarUn besillo.